LAS ILUSIONES DE LIBRO ARDEN MAL

“Los libros arden mal”, es el título de una novela de Manuel Rivas, que a partir de las quemas de libros durante la guerra civil y la posguerra, novela la sociedad gallega desde el siglo XIX hasta la actualidad, en la que según muchos, es su obra más ambiciosa.

Hace Rivas una defensa de la libertad, tan amenazada durante el largo periodo en el que transcurre su novela. La ilusión de libro que un grupo de personas, utilizando su tiempo altruistamente, echó a andar el día 23 de abril, también tenía por objetivo extender entre los ciudadanos las ansias de libertad, creando un espacio donde los primeros libres eran los libros. ¡Qué bonito predicar con el ejemplo!  (https://wordpress.com/post/caminandoyrelatando.wordpress.com/553)

Entonces, más de uno debió pensar que la idea no tenía recorrido, dejar libros solos en un espacio abierto, compartirlos,..demasiadas papeletas para que la ilusión se evaporase pronto. Han pasado más de 6 meses, la bibliocaseta se ha convertido en un pequeño, pero encantador referente cultural del entorno de la Glorieta. Suelo pasar bastante por ahí, he visto gente de todas edades colocar libros, coger para llevar, barrer el suelo, forasteros gratamente asombrados…pero a nadie cometer ningún acto vandálico.

Parecía que la propia bibliocaseta estaba escribiendo su propio cuento, era demasiado bonito lo que estaba ocurriendo, por una vez nuestro pueblo destacaba en echar a andar ideas que ya funcionaban en otros lugares donde precisamente la libertad era una de sus señas de identidad.

Quizás haya sido la envidia de ver que el proyecto navegaba viento en popa, que a los personajes los sacaban a pasear de vez en cuando, que daba gusto ver a jubilados con un libro leyendo sentados en los bancos,…quizás la rabia de ver que el proyecto había triunfado, lo que llevó a los desalmados a hacer una pira incendiaria el viernes a altas horas de la noche para quemar todas las ilusiones de libro encerradas en la bibliocaseta.

Pero, como dice el título del libro de Rivas, los libros arden mal, primero por su estructura, hojas tan apretadas no dejan entrar la llama al no ventilarse y todos los personajes que encierran, se organizan para combatir las llamas, por ello la mayoría de las quemas de libros se quedan en humo.

Nos pasó a los maestros de un colegio sevillano, que en la década de los 80, cuando los recursos eran los que eran, conseguimos poner en marcha una biblioteca con imaginación, para convertirla en el espacio de referencia del centro y durante el verano nos la quisieron quemar. Tampoco ardieron los libros, dio tiempo a apagar el fuego. De las pocas cenizas y el mucho humo, surgió una fuerza vital en la comunidad educativa que hizo de la biblioteca la principal seña de identidad del colegio.

Me consta el disgusto de todos los miembros de La casa Aldea, de su Club de Lectura, que ayer mismo al enterarse, ya estaban dispuestos a limpiarla y ponerla rápidamente en funcionamiento. Puedo afirmar que hay muchos ciudadanos que compartimos ese disgusto, esa rabia por tener que presenciar actos vandálicos que van contra la cultura, contra la libertad.

Conseguirán cabrearnos, estrujarnos los sesos para intentar comprender lo incomprensible de estos actos, pero no conseguirán apagar la ilusión de libro, sino que la aumentarán. Para empezar, muchos de los personajes habrán escrito con el humo palabras de ilusión que el viento extendió esa noche oscura por la ciudad.

Un comentario en “LAS ILUSIONES DE LIBRO ARDEN MAL

  1. Agustín Ramos

    Tu articulo me ha encantado, ya tenía conocimiento de la barbaridad . Ojala haya sido sólo una gamberrada de unos ‘graciosos’ descerebrados y no la actuación deliberada de un grupo al que un poco más de cultura le resbala.

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